fantasía


Solo estoy, y pensando en el destino
Del suelo hermoso en que vivir nací,
La ardida frente en mi sitial reclino,
Y solo pienso, dulce Cuba en ti.

Colgada en la pared brilla una espada:
Húmeda esta mi pluma en el tintero:
Viene el sueño, y me finge que entablada
Platica tienen peñola y acero.

II

LA PLUMA

Vano es pretender, Espada,
que mi dueño te prefiera;
es fuerza que mas me quiera
y que te deje colgada.

Yo soy quien la lid prepara
en que te esgrimen a ti,
y si no fuera por mí
nadie te desenvainara.

LA ESPADA

Estas, por cierto. arrogante
y harto estas de ti preciada,
sin reparar que la espada
va de la pluma delante.
¿Que valieran tus consejos?
Tus rasgos. ¿que aprovecharan
si en le campo no brillaran
de mi acero los reflejos?
La guerra es mi centro propio;
tú en el del consejo vives;
y el que aquí con tinta escribes
yo allá con sangre lo copio.

LA PLUMA

Sin mi no habrá paladín
que te suspenda a la cinta.

LA ESPADA

Morirás ahogada en tinta
si yo muero harta de orín

LA PLUMA

Yo a mi dueño proporciono
gloria en vida y en la historia.

LA ESPADA

Yo también doy esa gloria
y aun abro camino a un trono.

LA PLUMA

No un trono pero ser libre
es la ambición de mi dueño.

LA ESPADA

Perdido será su empeño
mientras en la lid no me vibre.

LA PLUMA

Pronto dará sus cosechas
el campo donde eche semillas.

LA ESPADA

Pues debe entrar la cuchilla
si están las espigas hechas.

III

La Espada por el viento remecida
Choco en el muro, y desperté a su son:
Por el viento también voló impelida
Levemente la pluma hasta un rincón.

Juzgue claro el augurio y verdadero:
Deje rodar la péñola olvidada,
Y exclame descolgando el limpio acero:
"Te dejo, Pluma, por ceñirte, Espada".

     

 


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