LA NOCHE OSCURA
¡Oh nube de oscuridad que me envuelves!
Sófocles.-Edipo.
Post tenebras Luz.
Profundas son las sombras que envuelven en sus pliegues
El cielo de esta noche, medrosa, oscura y fría;
Mas yo miro al oriente velando vuestro suelto,
Dormid, dormid, hermanos, que aún no amanece el día!
Apenas en los bosques susurra el viento y gime,
Apenas el murmurío se escucha de la fuente,
Y en calma y en misterio se envuelven tierra y cielo
Y pasa entre las sombras el tiempo velozmente.
En vano mis miradas ansiosas, penetrantes,
Se pierden en lo inmenso, buscando luz y guía:
No hay luz, todo es tinieblas; mas yo entretanto velo, -
Dormid, dormid, hermanos, que aun no amanece el día!
La brisa de los mares con soplo fresco y blando
Agita mis cabellos, resuena entre mi lira;
Más ¡ah! ¿por qué parece que en son lánguido y triste
Penando por sus cuerdas no canta, mas suspira?
Por eso es triste el himno que entono en mi vigilia,
Las sombras no me inspiran cantares de alegría;
Mis ojos no se cierran; mas ¿qué han de ver mis ojos?
Dormid, dormid, hermanos, que aún no amanece el día!
Que nazca el sol, que hiera con bellos rayos
Las torres y los montes, la choza y el palacio:
Despierte de su sueño la creación dormida;
La luz!...la luz inunde del cielo el ancho espacio!
Y entonces de mi lira, valientes y armoniosos
Se exhalarán tus himnos de gloria, oh patria mía;
Pero esta sombra horrible me espanta, me acobarda
Dormid, dormid, hermanos, que aún no amanece el día!
Mas no esperéis acaso que débil enmudezca
Mi labio mientras dure vuestro mortal letargo:
Mi voz es gemidora, se pierde en las tinieblas,
Se envuelve en los suspiros de mi dolor amargo;
Pero ella en ronco timbre de sonoros himnos
Sabrá llamaros luego que el Alba nos sonría;
Y á par del bronce y parche oiréis mi voz que os grita:
"¡Alzad, alzad, hermanos! que ya amanece el día!
Matanzas. -1843.