EN LA MUERTE
DE JULIO CHASSAGNE
Un grito más en su dolor profundo
lanza la patria al contemplar tu muerte,
que pierde la infelice con perderte
un soldado del héroe sin segundo:
¿Quién no lamenta férvido, iracundo
cuando su llanto en tu sepulcro vierte
la inmerecida desdichada suerte
de aquel que fué la admiración del mundo?
Tu espíritu y su espíritu en la gloria
perpétua dicha gozan: tu renombre
unido al suyo brillará en la historia,
Y cuando Cuba en la sangrienta liza
de pueblo libre se conquiste el nombre,
tus restos dormirán con su ceniza.