Marina Gris
Antes de que el sol se vaya,
a menudo he contemplado
al viejo buque acostado
en la arena de la playa ......
Hace tiempo que allí existe,
inmóvil y silencioso,
como un pesado coloso
que se muere, enfermo y triste.
Las blancas olas errantes
á el se llegan, una á una,
y lo mecen, cual la cuna
mecen las madres amantes.
Y si el viento lo golpea
cruje el buque y se extremece,
y en ese instante parece
un viejo que cabecea.
A veces, en mi hondo afán,
viendo la nave desierta
creo que desde cubierta
me saluda el capitán.
Y con el postrer reflejo
del crepúsculo que espira,
me figuro que me mira
con su largo catalejo.
No sé qué extraña atracción,
no sé qué misterio existe
entre ese buque tan triste
y mi pobre corazón.
Yo contemplo ese navío,
callado, inmóvil, desierto,
como si estuviera muerto,
y fuese un amigo mío .....
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