Los Juguetes


¿Los juguetes, tendrán alma?
	¡Qué ironía!
A esa pregunta, con calma
se responderá algún día .....

!Mirad bien esa pastora
	desde aquí,
¡esa, sin duda, me adora,
muriéndose está por mí!

¡Ved aquel viejo! En verdad
	que muy bien
aparece, por su edad,
mayor que Matusalem.

¿Y aquel gallardo tenor
	de opereta?
¡Ni más dulce, ni mejor,
otro existe en el planeta!

Sobre mi mesa, plantado
	vive un can,
debe estar desesperado,
¡sin un hueso, sin un pan!

¡Qué lindo aquel mosquetero!
	¡Qué arrogante!
¡Con la mano en el acero
y la faz amenazante!

Un juguete me enagena
	mucho á mí:
¡es aquella Magdalena,
que está despeinada alli!

¡Un acróbata en mi casa!
	No lo aprecio,
porque la vida se pasa
oscilando en el trapecio .....

Aquella es una jauría:
	siempre allí
persiguiendo noche y día
á invisible jabalí. .....

Aquel otro es don Quijote:
	gallardea
de su Rocinante al trote
y en busca de Dulcinea.

Ofelia y Hamlet -los dos- 
	allí están:
¡parecen decirse adiós
mirándose con afán!

Hay otro en que estoy fijando
	mis miradas:
¡Lady Macbeth procurando
lavar sus manos manchadas!

¡Ved aquel espadachín!:
	no está mal,
porque á su contrario, al fin,
le abrió en el pecho un ojal.

Hay otro que está adornando
	un rincón:
es un loco, apuñaleando
de una ingrata el corazón!

A veces yo me figuro
	que respiran,
y que merced á un conjuro,
se me acercan y me miran .....

Pero al que yo más respeto,
	es á aquel:
¡representa un esqueleto,
perseguido por Luzbel!

De noche, si me desvelo,
	-¡cosa rara!-
le arrojo encima un ... pañuelo
¡tanto horror me da su cara!

¿Los juguetes, tendrán alma?
	¡Qué ironía!
A esa pregunta, con calma
se responderá algún día.