La LLuvia


La lluvia su elegiaca melopea
en las paredes del hogar entona,
y cual pudiera hacerlo una persona
adormece á las gentes de la aldea.
    La ráfaga los árboles golpea,
y lívida y fantástica amazona,
de rayos la tormenta se corona
y el relámpago súbito espolea.
    De las nubes benéficas el llanto
lava las pedrezuelas del camino,
difundiendo en el aire tal encanto
que embellece al espacio cristalino
y hasta la humilde flor del camposanto
parece que bendice su destino.

1895.