La Capilla


Sola y abandonada la capilla,
destrozados presenta sus altares,
cual los raudos bajeles, que los mares
empujan iracundos á la orilla ......

Allí para rezar, no se arrodilla
la gente de los próximos lugares,
quedándose el domingo en sus hogares
con la mano apoyada en la mejilla.

Al pie del preguntón confesionario
hallé una larga epístola amorosa
con esta firma nada más: -Rosario.

¡Yen aquella capilla silenciosa
pensé que del rincón más solitario
hace un Edén una mujer hermosa ! .....

1898.