El Vals


Es un rubio doncel siempre de gala:
cuando flotan al aire sus cabellos,
aquella noche ha de soñar con ellos
alguna revoltosa colegiala.

Los cuentos de la Corte él los propala,
y, si entorna al pasar los ojos bellos,
es para que amortigüen sus destellos
mientras su pié por el salón resbala.

Son todas las mujeres sus amantes,
envidia son sus labios de las fresas,
bebe el champagne en copas deslumbrantes;

y ebrio al rodar debajo de las mesas,
piensa en que tienen ojos los diamantes
para verles el seno á las duquesas.