El Fantasma

A Vicente A. Tonías.


Le tengo miedo al vacilante paso,
á quedar rezagado en el camino,
¡que aún perfuma los bordes de mi vaso
la juventud, con su licor divino!

Tengo miedo á las manos temblorosas
que les han dicho adiós á los placeres,
y que no pueden alfombrar con rosas
el sendero que siguen las mujeres;

Manos que cerca de un semblante bello
no lo acarician con febril cariño.
y que no saben enlazarse á un cuello,
ni desatar las cintas de un corpiño ......

No quiero presentarme en las veladas
en donde todo es tétrico y anciano;
desde las viejas sillas empolvadas
hasta las partituras olvidadas
sobre el atril del silencioso piano .....

Es mejor descansar sobre una fosa,
que sufrir el martirio y la agonía
de ver pasar á una mujer hermosa
y no decirle con afán: -¡Sé mía!

¡Juventud adorable y generosa,
permanece á mi lado todavía,
en tanto que, detrás de mis persianas,
miro como se pierden á lo lejos
los temblorosos viejos
que salen con su báculo y sus canas,
á calentar su piel, con los reflejos
de las bellas y cálidas mañanas .....