El Abuelo
-Aquél es el sillón de nuestro abuelo,
y es éste su volumen favorito;
y el perro aquél echado sobre el suelo
es un amigo á quien amó infinito!
¡Ese lecho es el suyo! Allí dormía,
y siempre al despertar por la mañana,
silbaba una canción y sonreía
mientras entraba el sol por la ventana.
Y ésta es su caja de rapé, y aquéllos
los versos de sus años juveniles,
y aquél es un mechón de sus cabellos,
de sus cabellos blancos y sutiles.
¡Contemplad su retrato! Era un buen mozo;
estaba entonces en la edad florida
en que palpita el corazón de gozo
y se da por un beso hasta la vida.-
Los nietos á mi lado se agrupaban,
y al preguntarles yo por el abuelo,
mientras todos ell1anto se enjugaban,
me respondió el mayor:- ¡Está en el cielo!
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