De Cara al Mar*
¡El momento es solemne! Por doquiera
que dirijo la vista, sólo veo
letal quebranto y aflicción sincera.
De llorar aumentárase el deseo,
si hoy nos pudiese hablar nuestra bandera,
y esa mole, ese mar y este paseo! ....
A esa mansión, satánica y sombría,
el crimen y el pavor le rinden culto,
porque en pie permanece todavía,
imponente, lo mismo que un tumulto,
pérfida como el odio y la ironía,
y sangrienta y brutal como el insulto!
En cada piedra suya hay un vejamen,
como en cada rincón hay una injuria,
y en cada grieta un pérfido dictamen ....
Donde se escarba allí, se ve la incuria,
y allí, de noche, á las paredes lamen
las blasfemias, mordiéndose con furia! ….
En húmedo y oscuro calabozo
encerrado fué allí más de un patriota,
quien apenas le asomaba el bozo.
La fe en el ideal nunca se agota:
¡ninguno de ellos exhaló un sollozo,
ni la queja más mínima y remota!
Allí Mujica, impávido y sereno,
héroe y mártir á un tiempo, en la capilla
supo mostrarse de entereza lleno;
y á sus mismos verdugos maravilla,
cuando abrazado de su madre al seno,
ni llora, ni se inmuta, ni se humilla!
Cuando la luna su fulgor nevado
esparce, melancólica y radiosa,
en el espacio azul y dilatado,
ellos pensaban en la madre ansiosa,
en el hogar, entonces desolado,
los tiernos hijos y la amante esposa.
¡Y allí, de cara al mar, murieron ellos!
¡Amados por sus dioses tutelares,
impasibles, magnánimos y bellos!
Desde entonces sollozan los palmares,
y hay no se qué tristeza, en los destellos
con que ilumina el sol estos lugares! .....
Si esos muros fatídicos hablaran,
¡cuánto amargo y patético relato,
cuánto triste episodio nos contaran
Tal vez nos refirieran el recato,
con que alguno pidió que lo enterraran
junto con una carta y un retrato .....
Con palabra soez, los carceleros
allí martirizaban los oídos
de los pobres é inermes prisioneros;
y consagraban todos sus sentidos,
A espiar unos ayes lastimeros ….
que no fueron, por suerte, proferidos!
y si ese mar hablara, nos diría
que se halla triste y la inquietud lo embarga,
desde el infausto, memorable día,
en que sonando la primer descarga
sobre una frente, pálida y sombría,
vió la sangre correr en hora amarga.
Viendo los héroes perecer, ¡ quién sabe
lo que llegó á sentir Naturaleza,
la flor, la luz, el céfiro y el ave!
Aquí flota la pálida tristeza,
como del templo en la anchurosa nave
Bota el incienso en torno del que reza .....
Por este sitio ayer los llevarían,
como. al Circo llevaban los romanos
á los que en Cristo y en su fe creían;
en silencio apretábanse las manos,
y, en el momento de morir, ¡morían,
como siempre murieron los cubanos!
Sus íntimos y fieles camaradas,
recordarán cos emoción vibrante
el eco de sus últimas pisadas,
el sello varonil de su semblante,
y el trágico fulgor de sus miradas,
al presentir la Eternidad delante!
Fué inútil el empeño del tirano,
inútil su diabólica porfía,
su afán estéril y su intento vano.
¡Desde que el mundo alienta, todavía
nadie pudo domar el Océano,
ni cerrarle los párpados al día!
Aquí no habrá mañana quien no acate
al ser heroico que morir prefiere
antes de que á su patria se maltrate.
¡No faltará al que hoy nace, quien lo entere
de cómo, allá, en el campo, se combate!
¡Cómo, de cara al mar, aquí se muere!
Hoy la sangre circula por mis venas,
con raudo impulso y con potente brío,
como el mar, cuando rompe sus cadenas;
y es que siento agitarse en torno mío,
la legión de almas ínclitas y buenas,
que inspirándome están desde el vacío ......
A su excelsa memoria destinado,
hoy este monumento se levanta
sobre este polvo, para mí sagrado,
donde busco las huellas de su planta,
como en suelo remoto el desterrado,
busca la dulce soledad que encanta! ......
Hechas por manos castas y divinas,
no tienen las guirnaldas que tejemos
para los muertos, ásperas espinas.
Prometamos aquí, después que oremos,
que, así como á su hogar las golondrinas,
aquí todos los años volveremos ......
Tengamos todos una sola idea:
la de nunca aceptar la servidumbre,
¡que nunca nuestra raza fué pigmea!
¡Cese ya nuestro llanto y pesadumbre,
pues, libre como el águila, flamea
nuestro altivo pendón, de cumbre en cumbre ! ....
(*) Versos escritos para ser recitados en el acto de la inauguración del monumento que ha de erigirse en el paseo de "Marti", de Matanzas á la memoria de los patriotas cubanos, inmolados en la esplanada del castillo de "San Severino", durante la guerra de Independencia.
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