D' Apresnature
Sobre el duro y helado pavimento
reposando en un mísero jergón,
hay tres niños, que faltos de alimento,
piden pan con creciente obstinación.
Cerca de allí, la madre. acurrucada.
muriéndose de angustia y de pesar,
sólo con el amor de su mirada
á sus vástagos puede alimentar.
Tiemblan los niños víctimas del frío,
como al sentir la ráfaga una flor,
como el náufrago, lívido y sombrío,
luchando con el mar, tiembla de horror ......
Mientras los tres reposan en el lecho,
el menor, que es el más angelical,
oprime ansiosamente contra el pecho
un plato de económico metal.
Depárales de súbito el destino,
un alma buena que les lleva pan:
pan excelente y de sabor divino,
que los niños devoran con afán.
Satisfechos los tres, ya sin pesares,
y de una dicha momentánea en pos,
el mayor, con sus juegos malabares,
deja asombrados á los otros dos.
Luego, sobre las mesas y las sillas,
ágiles volteretas dan los tres,
y hacen prodigios mil y maravillas,
como el mejor artista japonés.
Yen medio de tan puros regocijos,
más santa que la imagen de un altar,
viendo contentos á sus pobres hijos,
la madre se conforma con llorar ......
|