A Mercedes Echeverria

En su álbum.


Trigueñita encantadora
de voz acariciadora
como un verso musical,
quien tus gracias atesora
no tendrá nunca rival.

Eres como una azucena
que allá en la floresta amena
su aroma esparce en redor:
toda niña, siendo buena,
es la imagen de una flor.

Por la tierna y delicada
una inefable caricia
me parece tu mirada,
casta como una novicia
en su lecho arrodillada!

En mi vida de poeta
tu memoria celestial
será como una violeta,
embalsamando secreta
las páginas de un misal.

La escalera de los años
has comenzado á subir,
¡quiera Dios que en sus peldaños
no encuentres los desengaños
que A mí me han hecho sufrir!

Dime adiós, porque no quiero
por más tiempo en el sendero
detenerme á descansar,
y piensa en este viajero
cuando vayas A rezar ......

1897.