Aérea
Eres ligera más que una pluma,
más que la música de Offembach;
hecha pareces de luz y espuma,
de espuma y sal.
Los movimientos de tu cadera,
tu inverosímil agilidad,
son de serpiente, son de pantera,
son de jaguar.
Tienes aspecto de bailarina,
alta y esbelta, blonda y vivaz,
¡tú eres la reina, reina felina
que ama el cancán!
Tú te deslizas como una llama
bajo los soplos del vendaval,
y eres flexible como una rama,
ó acaso más.
Cuando tú pasas con tu sonrisa
llena de encantos y vaguedad,
yo me imagino que eres la brisa
primaveral.
Y hasta sospecho que en tu donaire
y en ese modo tuyo de andar,
hay muchas cosas que son del aire:
¿será verdad?
Hecho parece tu cuerpo fino
para las raudas vueltas del vals,
para las alas del torbellino
y el huracán.
¡Ay! ¡ Quién pudiera contigo un día,
cuando la tarde muriendo va,
surcar ligero, soñada mía,
la inmensidad!
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