Para Tomasa Figueredo

	No sé qué tienen las flores, 
	lindísima bayamesa, 
	que unas se secan muy pronto; 
	que hay otras que no se secan. 

	De blancas flores un ramo 
	ayer me diste en tu casa, 
	y hoy las fui a ver, niña mía, 
	y las encontré más blancas. 

	Así como el alma en pena, 
	como un clavel amarillo, 
	besa tu mano y el alma 
	se pone color de lirio.
	 

José Martí
Cayo Hueso, 7 de diciembre de 1892

 

Dedicatoria en un retrato de Martí, en el estudio fotográflco de Andrés Estévez, de Cayo Hueso.