LA MUJER SANTA
"Toda la patria-dice un álbum de cubana-está en la mujer: si ella falla morimos: si ella nos es leal, somos. La abnegación de la mujer obliga al hombre a la virtud". De la mujer cubana hablaba a Patria ayer un recién llegado de los trastornos de Key West: de ellas dice que fue el mayor empuje: de ellas el valor primero: de ellas el negar la sonrisa a los que querían arriar de su casa la bandera: de ellas el negarse a comprar en las tiendas de los ingratos y traidores: de ellas el ofrecerse a cambiar el reposo de su hogar, sembrado flor a flor, y la casa de sus amores y de sus recuerdos, de sus muertos y de sus recién nacidos, por el pinar donde, al silencio de las estrellas, van a levantar la casa libre. Como veneno es una mujer frívola o interesada, que descuaja y envilece al marido temeroso: delicia y manantial de orgullo, es una mujer valiente y abnegada.
Y ahora vienen los periódicos del día, y dicen que son, entre los húngaros, las mujeres quienes han recogido la primera suma hermosa para el monumento de Kossuth. Ellas, corriendo desaladas por las calles, llevando de la mano a sus hijos para ir a saludar la adorable aparición, fueron también lo más bello del día, velado por cierto, en que se des. cubrió al mundo en la bahía de New York la Estatua de la Libertad.
Patria, 5 de abril de 1894