De las manos del puertorriqueño Modesto Tirado, hombre generoso y artista de la imprenta, ha salido, con la cubierta azul, el libro nuevo de Rafael Serra. Serra, como aquel maestro Rafael, de Puerto Rico, que fue llevado en hombros a la tumba por cuanto San Juan tiene de culto y bueno, funda escuelas para los hombres con el producto de sus ahorros: y descendiente de esclavos como es, ayuda sin ira y sin sosiego, a crear hombres libres. El objeto de su libro, él mismo lo dice: "No es el odio, ni el despecho, ni la presunción, el móvil que me impulsa a ofrecer este libro. Mostrar y combatir con hechos los errores de los que, sin tacto ni amor quieren guiar los destinos de Cuba, y dividen más los elementos que la previsión nos aconseja unir: probar las condiciones favorables en que se encuentra nuestro pueblo para conseguir y mantener su libertad, es el tema de esta obra".
En el libro no hay palabra que no resulte acción. Si dice bien de un cubano en. sus primeras páginas, lo dice de modo que no ofenda a otro cubano. El artículo sobre La Liga, el discurso en la fiesta de .Los Independientes, todos los discursos políticos de los "Ensayos" son como toma de posesión del derecho propio, y sentencia de la violación del derecho ajeno. En "La prisión de Juan Gualberto Gómez" raya, de pura fuerza de justicia, en el elogio clásico. No están a destajo, como pudiera parecer, los apéndices del libro. Uno es hecho de opiniones diversas sobre el cubano negro, opiniones del español Conte, del Acosta y Albear que cargó armas españolas con sus manos de Cuba, de Labra, cubano de la Península, de dos cubanos que trabajan en la revolución: y las cierran unos párrafos del catalán Pi y Margall, donde dice que la sana política tiene por objeto "derribar, y no levantar, vallas". Los otros son la constitución de la República de Cuba, donde no se habla de blancos ni de negros; y el reglamento de "La Liga", el corazón de Serra, donde se sientan juntos negros y blancos.
De otros libros se alaba principalmente la frase torneada, y lo formal más que lo íntimo; pero en éste la forma saca una indudable belleza de la virilidad y ternura del pensamiento;-"Hay que sentir de veras amor por los que sufren de injusticia; y los que sufren de injusticia han de amar el deber de conquistar su decoro". "Las clases oprimidas, que lejos de pensar en el porqué de su infortunio se complacen en mantener su existencia entre los vicios, podrán luego tratar de redimirse por la violencia; pero serán por sus mismas flaquezas débiles y vencidas". "Debo usar de la palabra para advertir, aunque son siempre amargas las verdades, que si los cubanos en general, faltos de lógica, faltos de bondad y de viril acción, luchan por obtener una libertad a medias, una libertad exclusivista, una libertad "sin todos ni para todos", lucharemos y volveremos a luchar, moriremos luchando; pero no serán para provecho nuestro las ventajas geográficas de nuestra virgen tierra". "Del buen deseo de servir a la patria, equilibrando mediante la instrucción y la armonía los elementos que la pueblan, ha nacido "La Liga". "Hay que sentir de veras vocación, audacia, desinterés, seguridad de la propia pujanza, patriotismo, siempre el amor por los que más padecen, y más virilidad de la que algunos manifiestan, para educar, fortalecer y redimir a un pueblo". "Hemos venido aquí, de puro amor, a bendecir con frases de cariño".
El observador menudo notará aquí y allá, en estas páginas cordiales y profundas, faltas que una revisión ligera hubiese podido suprimir; pero el que vea adentro de las cosas hallará en los "Ensayos" aquella virtud de fondo, y consiguiente excelencia de expresión, que valen más que las gramáticas deleznables y meticulosas. Hallará un estilo eslabonado y creciente, en que por sobre la sintaxis aún difícil, lucen en marco robusto la viveza y pasión de las imágenes. Hallará el corte osado, la abundancia enérgica, el epíteto feliz. Hallará, sobre todo, un corazón de libertad que ha sabido salir puro, sin ceder ni odiar, de las afrentas de la esclavitud.
Patria, 16 de abril de 1892