Escribe a Patria "un mambí viejo", que es persona de buena voluntad, y de mejor dicción. Y Patria es blanda al noble consejo, como piadosa para el consejo que no lo sea, por ser todo este mundo enfermedad, y haberse de pasar por él con el alma de la medicina. A1 viril mambí diremos sólo que no es virilidad lo que falta en esta casa, ni prudencia: y que un teclado tiene muchos marfiles, y el pedal apoya éste o aquél, según quiera prolongar un sonido puro, o ligarlo, o sofocar otro agrio.
En el silencio, y donde los pedantes no los ven, practican los cubanos, en roce y creación, todas las virtudes necesarias para el goce pacífico de la libertad:, que para caer en lo de las ciudades griegas, y andar de Atenas y Esparta comiéndose los límites, no valdría la pena de llenar de sangre la casa: en codeo mutuo y constante, limándose la vanidad o ayudándose de ella para la virtud, han de vivir los hijos de un pueblo que quiera ser dichoso. En las Sociedades de socorro, en las de los Caballeros de la Luz, en las Sociedades masónicas, cultivan, cubanos y puertorriqueños, las virtudes republicanas. Y cuanto las fomente merece elogio, como cuanto las merme merece censura.
Es de muchos años la logia masónica Fraternidad número 387. Y como el respeto a los muertos meritorios mantiene el mérito entre los vivos, la logia dispone una velada fúnebre en honra de los que ya no se sientan en sus bancos. Los compañeros de los que se han ido asistirán a la fiesta, que va a ser hermosa; y llevarán a sus mujeres y a sus hijo. Irán familias, y el público sabrá a tiempo cómo se puede obtener convite para la ceremonia. Otro honor a cubano. De los médicos Guiteras hablaba Patria ayer, y uno de ellos, Daniel, favorito en la Armada del Norte, acaba de ser nombrado Secretario de la Comisión de Marina en el Congreso médico Panamericano.
Por unas sentidas palabras de El Porvenir se viene en conocimiento de que continúan en La Liga, en aquel caliente salón cuyas señas, 74 W. Third Street-no debieran estar en inglés, las clases de historia que varios informantes dieren por interrumpidas. Estos son tiempos de virtud, y está bien que nadie se quiera dar por cansado en ella. La mejor justicia es poner aquí las palabras de El Porvenir:
"El cronista de la fiesta de La Liga desconoce, sin duda, las interioridades de esa santa casa, porque ha omitido decir que hay uno que después de su trabajo rudo del día (para quien empieza antes que asome su padre sol) va allí los jueves en la noche, y a viva voz relata la Historia, que en su cátedra le explicara D. Federico García Copley, mentor ilustre y desgraciado, que cuando exponía los acontecimientos del pasado, deducía las grandes enseñanzas para el porvenir".
Patria, 3 de abril de 1892