Abril 18, -1892-
Serafín querido:
Todavía no puedo salir de este malestar extraño. Me levanté para el mitin y estoy peor. Sufro cuanto puedo. No puedo escribir. Pero el domingo salgo, y antes, por mi mano o Gonzalo, le escribo como Vd. merece y nuestras cosas necesitan. Un encargo urgente. Esa carta, respuesta a la que vino por Vd., ya cerrada, pero puede abrirla; pensé mandarla de aquí. Pero mandé otra indirecta. Vea que siga camino, por conducto seguro, a fin de que no se pierda un solo vapor. Y a todos, un abrazo. De todo le escribiré, y para todos por Raimundo. Leí la carta excelente, digna; me pareció cosa mía, de cariño. Pero Vd. la pone como privada, y no he querido decir nada en Patria, muy a mi disgusto. Adiós: y aunque he estado muy mal de mi cuerpo, ni un instante, Serafín, sin preparar y adelantar. Adelante, a hallar dinero; o lo que valga. No hay enfermedad que me detenga. Ya rebaso, y sigo. Todo mi cariño a Pepa, y a Rogelio.
Su
J. Martí
©La Pagina del Mambí©www.exilio.com