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Las Reformas

Cuando Cuba estaba en paz, cuando la crueldad no la había exasperado por completo, cuando las divisiones no se habían ahondado, cuando los principios no se habían ahogado en sangre; eran lógicas, necesarias, imprescindibles las reformas. -Así lo reconocen hoy los que se arrepienten de no haberlo conocido antes.

Ahora que la opresión ha provocado la guerra, ahora que la exasperación es completa, ahora que el cadalso ha sido la compasión, la crueldad el precepto único, la sangre la única razón, todo se ha extremado, todo ha crecido, todo se ha precipitado; ahora es lógica, es necesaria, es imprescindible la independencia. -Reconózcanlo así los que no creen, para que luego no se arrepientan por no haberlo reconocido antes.

Y es duro y es tremendo tener que arrepentirse de no haber sido justo, cuando la justicia podía evitar la muerte de los hombres.

La independencia es necesaria, -no pasan en vano las revoluciones por los pueblos, no puede un pueblo enérgico ser igual a un pueblo al que falta la energía no puede ser el mismo el estado de un país devorado en silencio por la sinrazón, al país potente y vigoroso que se ha lanzado a las armas, y las ha sostenido, y las ha arrancado para pelear, de las manos de sus enemigos, -y fue generoso con ellos, y vio que eran crueles para él -y dio libertad a los prisioneros, y vio -que mataban a los suyos -y vio que le devolvían cadáver a aquel que habían mandado como mensajero de paz, y supo luego que habían violado sus mujeres y asesinado a sus hijos, y matado a sus ancianos y henchido de espanto todo aquello que había sido para él felicidad y respeto y alegría.

Pues si las revoluciones no pasan en vano por los pueblos, si un pueblo antes de la revolución no puede ser después de ella como era, si no puede olvidarse jamás una revolución ensangrentada -¿cómo ha de por ahora lógica -en situación distinta- la solución que lo era entonces? -¿Cómo, si las reformas eran entonces necesarias, han de ser bastante ahora?

Pasarían entonces en vano las revoluciones para los pueblos.

Cuba quería antes las reformas, avisaba a España de su necesidad, marcaba a España la manera de conservarla todavía.--Cuba, antes de (anearse a la lucha, avisó a España que iba a luchar.

España creyó que podía burlarse aún de la exasperada Antillas creyó. que la necesidad imprescindible puede vivir mucho tiempo de la prudencia, creyó que los dolores desgarradores y supremos se curan cono las promesas de esperanza, promesas crueles que arrojaban de las Cortes a los diputados, que hacían alarde culpable de fuerza cubriendo con una contribución crecidísima la petición cariñosa de libertad, promesa como aquella de abolir la esclavitud en las Antillas, cobardemente convertida en Puerto Rico en la manera de eludir la promesa por tres años.

Entonces, para curar el despecho, para no irritar a los prudentes, para no exaltar a los generosos, para dar al fin un tanto de ventura al que con tanta mansedumbre la pedía, eran las reformas para Cuba sistema de imprescindible aplicación.-Entonces...

Pero el despecho fue irritado, la justicia fue olvidada, la mansedumbre escarnecida, la Isla más vejada.-Y como consecuencia lógica, y como necesidad justificada, y como razón única la insolencia de la crueldad, Cuba exigió por las armas lo que pidió en vano por la paz, Cuba exaltó a sus hijos en la necesidad de su ventura; Cuba creyó que 18 energía podría lograr del dueño aquel intento justísimo que la paz no había logrado.

España llamó entonces a la justicia traición, a su ambición causa sagrada, a las necesidades de Cuba infamia de sus hijos.

España no quiso reconocer nunca que para los hombres que nacen en la tierra en que el cielo se parece tanto a la libertad, vida de libertad es la única que asegura la paz y el amor. Cuba tuvo que alzarse en armas para conseguir de España las reformas.

La España monárquica ahogó en sangre las peticiones de Cuba, como la España republicana las ahoga ahora, y esto es vergüenza e indignidad para la República.

Lógico es que Cuba se alce ahora en armas para conseguir su independencia.

Lógico es que Cuba pida su independencia ahora alzada sobre loa cadáveres a que España ha arrebatado la vida porque combatían porta libertad.

Es lógica terrible para España, pero es lógica.

Y las reformas eran justas. Eran justas todas las que Cuba pedía, eran justas muchas reformas más, porque Cuba no llegó a pedir nunca todas las reformas que hoy pide para Cuba un ministro español.

Luego aquella causa era santa; luego el gobierno sabe que ha matado a unos mártires; luego está cerca de la infamia el gobierno que lo sabe y los mata; luego los cubanos que han muerto, han muerto asesinados; luego es espantoso que se les quiera seguir asesinando.

¡Ah! El gobierno no tiene medios para evitarlo. -Triste gobierno que no tiene potencia para evitar que se mate; que no tiene energía bastante para evitar su vergüenza.

¿Acaso un gobierno puede dispensarse de ser honrado porque es gobierno?

¿Acaso hay consideración que valga más que la honra?

¿Acaso Salmerón no pida para Cuba lo mismo que Cuba ha pedido, casi todo lo que Cuba pide hoy? ¿.Acaso Salmerón no entiende que Cuba ha llegado a su período de emancipación, como han llegado todas las colonias que saben morir durante cuatro giros ante el ejército numeroso de una potencia 'que no los vence ni los doblega, ni humilla, ni altera su decisión?

¡Ah! Cuando se quiere ser libre, es infamia combatir a los que han merecido serlo, es infamia combatir a la libertad.

Yo iba a decir que las reformas eran ya tardías.

Si antes de la revolución eran justas, si eran necesarias anees de que existiese la revolución.-Después de la Revolución era necesario algo más que las reformas.

Y si el reconocimiento tardío de la necesidad ha traído la situación de mi patria a extremo tan lamentable para España, ¿por qué se empeña en hacerlo más lamentable todavía, no queriendo reconocer lo que ha de reconocer al fin?

¡Nación triste, condenada a verter siempre la sangre de sus hijos en empresas de violencia y de opresión!

La República vive, y en Cuba se mata en su nombre.

¡República tenebrosa ésta que mata todavía por algo que no sea su propia independencia, causa única para que una -guerra republicana sea honrada y santa!

Cuba ha pensado así. Cuba cree ya que la independencia es su única ventura, su único deseo. su única necesidad. ¿Qué va a hacer España ante esta enérgica resolución?

Comprendo que pretenda disuadirla, aunque sé yo que no la disuadirá, y pretendiéndolo será honrada todavía.

Pero no comprendo que siga combatiendo en América a los que luchan por lo que ella luchó en Europa.

No comprendo que la obstinación de una República valga la muerte de tantos hombres.

No comprendo que ante la verdadera honra española, valga la posesión de Cuba para España más que la vida de sus hijos, más que el acatamiento a la justicia, más que la necesidad de no ser opresora, más que el triunfo de todas las augustas ideas republicanas.

La tranquilidad es imposible: el silencio es criminal.

¿Quiere España conservar a Cuba? --Sólo podrá conservarla por derecho de conquista, por derecho de fuerza, por el exterminio de sus hijos. por la devastación de la comarca. -"Sólo así podrá conservarla".

Y no -¡no!- no será tan infame la República que lo quiera.

José Martí

La Cuestión Cubana. Sevilla, 26 de mayo de 1873

 

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