

LEYA.
ACUDE a mi ruego,
Me llena de fuego
Tu ardiente mirar
Yo sigo tu huella
Porque -eres mas bella
Que fresco racimo del verde palmar.
Tú corres lijera
Cual vá en la pradera
Volando el catei:
Tu faz regocija,
Que al fin eres hija...
Que al fin eres hija del Sol Sibonei!
Paloma de Jagua,
Mas pura que el agua
Que mana el peñon;
Esquiva me dejas...
Escucha mis quejas
De brisas i ramas al lánguido son.
Al pié de una gruta
Yo tengo la fruta
Del alto mamei:
I en otra campiña
Yo tengo la piña
Mas dulce i mas grata que vio el Sibonei.
Del Sol a la lumbre
Se vé en una cumbre
La flor del jibá,
I verdes palmeras
Allá en las riberas
De fuente sonora que rápida va.
I en otra colina
La flor peregrina
Que da el curujei:
I lirios hermosos
Los mas olorosos
Que en estas cañadas sembró el Sibonei.
I en selvas umbrías
Las pardas jutías,
El lindo corí:
La bella cayama
Dormida en la rama
Del fresco dagame, del alto jiquí.
I aquí junto al rio
Yo tengo un bohío
Al pié de un jagüei,
Ornado de flores
Que llenas de olores
Las abren los rayos del Sol Sibonei.
Oh, ven a mis prados
Que en estos collados
Te espera mi amor:
En dulces escesos
Recibe mis besos
De límpidas fuentes al blando rumor.
Oh! Leya preciosa,
La flor mas dichosa
Serás de mi grei:
Porque eres mi amada,
Seras acatada
Por todos los hIjos del Sol Sibonei.
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